“Y además, sentirá deseo por lo que unas leyes monstruosas han hecho ilegal y monstruoso”.
“Miraba a todos los transeúntes, imaginándome con una curiosidad loca, qué clase de existencia llevarían”.
“La fidelidad es a la vida sentimental lo que la estabilidad es a la vida intelectual”.
“No hay más que dos clases de personas verdaderamente interesantes: las que saben absolutamente todo, y las que no saben absolutamente nada”.
“La eterna juventud, la pasión infinita, los placeres sutiles y perfectos, las alegrías ardientes y los pecados aún más ardientes: todas estas cosas tenía que conocerlas”.
“El drama de la vejez no consiste en ser viejo, sino en haber sido joven”.
“Mataría el pasado, y cuando ese pasado hubiese muerto sería libre”.
“El retrato de Dorian Gray”, del irlandés Oscar Wilde, cuenta la historia de un joven de aproximadamente veinte años que decide cambiar su alma con tal de conservar la belleza natural que lo caracteriza. Un día, mientras platica en el jardín de la casa del pintor Basil (mismo que retrató al joven), conoce a Lord Henry, quien tiene una filosofía hedonista. “Lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos”. Poco a poco, Dorian se empieza a contagiar de esta forma de ver el mundo; decide, al darse cuenta que un día su belleza desvanecerá, tener siempre la misma edad de cuando el retrato fue hecho (él no envejecería, la pintura sí). Una vez que disfruta de la juventud eterna, su vida se vuelve placentera, llena de libertinaje y perversión.
El personaje de esta novela (si tomamos en cuenta los criterios diagnósticos de trastornos mentales según el DSM-IV), parece tener un trastorno narcisista de la personalidad, veamos por qué:
“Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios”. Dorian se obsesiona tanto por conservar su belleza, que decide vender su alma.
“Cree que es especial y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas que son especiales”. Dorian sabe que su belleza, presencia y nivel intelectual son sorprendentes. Simpatiza con las buenas pláticas, con las personas interesantes. Al mismo tiempo, juega con la sociedad, se esconde, se disfraza y forma parte de la doble moral, de los vicios y placeres prohibidos.
“Carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás”. El personaje, en su afán de silenciar sus secretos, llega a asesinar, se olvida de los derechos y libertades de otras personas.
Como ya te mencioné, siento que se vería un poco más formal si fundamentas que las características fueron tomadas del DSM IV. Pero me gusta mucho la estructura que manejas, las citas que haces al principio y la redacción.
ResponderEliminarGracias por la observación. Efectivamente, debo mencionar de dónde viene la información. Ya hice los cambios. Saludos.
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